Desde que ví una foto del cráter del Misti, siempre quise viajar a Arequipa para subir este volcán tan emblemático de la ciudad blanca. En la semana de fiestas patrias, tuve la oportunidad de ir con mi amiga, compañera de viajes de aventura.
Inicialmente, pensamos en subir el Misti por nuestra cuenta, como siempre habíamos hecho con las montañas en Huaraz. Pero, lo más costoso y dificil de conseguir es un transporte confiable (que cumpla con recogerte al día siguiente) hasta el inicio de la caminata. Como sólo eramos 2 personas, nos salía mejor contratar a una agencia de viajes. Además, no pierdes tiempo buscando el camino ni cocinando en la noche. Lo bueno del tour, es que el guía prepara tu cena y desayuno.
Sinceramente el Misti, fué más difícil y frío de lo que pensé. El camino es empinado, hay varios tramos con rocas grandes y arena volcánica que resbala. Por eso, requiere más esfuerzo. Mi referencia en cuanto a clima, era cordillera blanca, la cual comprobé que es más templada que los volcanes de Arequipa. Las noches son más frias en el Misti, debe ser por la latitud. Ojo: llevar doble pantalón (primera y segunda capa), camiseta de primera capa, polar y cortaviento, balaclava, gorro y guantes técnicos.